domingo, 1 de agosto de 2010

Se busca nombre raro

Huerta del Rey, Burgos, organiza unas jornadas para reunir a las personas con nombres raros del país

Huerta del Rey es el municipio español con más nombres poco comunes

Ical  Burgos

Burgundófora, Ataúlfo, Sicilio, Auspicio, Lupiciano y Arandilla. No se trata de una recopilación de nombres del Santoral, sino de un ejemplo de los nombres de la mayoría de los vecinos de la localidad burgalesa de Huerta de Rey; el municipio de España que cuenta con el mayor número de nombres poco comunes en su censo de casi 400 vecinos.

Poco comunes o raros, todos ellos componen un divertido abanico de onómasticas propio de siglos anteriores, que la localidad ha utilizado este sábado para reunir a todas las personas del país que poseen un nombre distinto al de los demás.

Aunque los vecinos de Huerta de Rey la conocen como 'Fori' en el DNI aparece como Burgundófora Cancionila; un nombre significativo donde los haya que a esta burgalesa de 70 años le ha provocado alguna que otra anécdota. Sin ir más lejos, su marido se pensó la primera vez que la conoció que le estaba tomando el pelo, explicó a Ical esta vecina que reconoce que, "la culpa de todo la tuvo el secretario del Ayuntamiento, que se empeñó en registrar a los niños con nombres poco habituales para que no hubiese confusiones".

En su caso, las confusiones no han existido, aunque reconoció que su nombre de pila "sólo aparece en los papeles oficiales", porque es "demasiado largo y lioso". Pensó en cambiárselo, pero finalmente desechó la opción porque, al fin y al cabo, un nombre es una seña de identidad propia de quien lo porta y transmite.

Orgullosa herencia

Muchos de los nombres que este sábado mostraron orgullosos sus dueños han ido pasando de padres a hijos a lo largo de los siglos. Éste es el caso de Arandina, quien recibió el nombre en honor a la patrona de la localidad, y que años después ha querido que su hija de cuatro años comparta el mismo apelativo. No es la única niña del pueblo con un nombre poco común, Iza y Yoel comparten juegos y aula en el colegio de la localidad con Arandilla, y representan a las próximas generaciones con nombres raros de todo el país.

Y es que llamarse Estilia, Filonila, Gudelia o Firmo no es nada raro en esta localidad del sur de la provincia burgalesa que, aunque ha intentado obtener el récord Guiness del Mundo, de momento se contenta con ser única de España que lo tiene.

La culpa fue del correo

En Huerta de Rey, el cartero no llamaba dos veces, como en la película, sino que se volvía loco para repartir la correspondencia porque muchos vecinos comparten los mismos apellidos. La complejidad del reparto era tal, que, hace años, llegó incluso a leerse la carta ante varios candidatos con el mismo nombre y apellidos, para definir al destinatario.

Para evitar que se destapasen secretos y aligerar la tarea del cartero, el secretario de la localidad decidió hacer uso del Santoral y comenzar a "bautizar" a los recién nacidos con los nombres recogidos en el mismo. La idea gustó a los padres y a los vecinos, y parece que años después sigue gustando a los nietos y biznietos de aquellos.

Hoy el cartero se conoce al dedillo a todos los vecinos, porque, además de raros, se repiten muy pocos. Como homenaje, los presentes realizaron un acto ante el monolito que recuerda que Huerta de Rey posee los nombres más significativos de todo el país. Sin duda, la variedad está servida.

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