Panorámica del lugar del suceso en Cuevas de Provanco.
Fotografía jag.valdezate
Noticia publicada en La Vanguardia de Barcelona el 9 de noviembre de 1968
SEIS MUERTOS Y SEIS HERIDOS AL CAER UN AUTOBÚS POR UN TERRAPLÉN
El vehículo se precipitó desde 58 metros de altura
Segovia, 8. — En las primeras horas de la noche de ayer, a la altura del kilómetro 10,5 de la carretera local de Sacramenia a Cuevas de Provanco, término de esta última localidad, se produjo un accidente de circulación que ha ocasionado seis muertos y varios heridos, algunos graves.
El autobús con matrícula SG-2595, de la línea regular de viajeros de la empresa «Galo Alvarez», que hace servicio entre Cuéllar y Cuevas de Provanco, al llegar al lugar indicado, que es conocido con el nombre de «El Granjero« donde existe una pendiente muy pronunciada, después de pasar dicha cuesta y al tomar una curva, parece ser que a causa de la blandura del terreno a consecuencias de la lluvia, patinó y comenzó a marchar hacia atrás. El autobús cayó, finalmente, por un terraplén de unos 58 metros de altura, dando vueltas de costado hasta quedar en el fondo con las ruedas hacia arriba.
El golpe fue violentísimo, hasta el extremo de que el vehículo sufrió una total abolladura, levantando más de metro y medio de carrocería.
La carretera donde se produjo el acccidente, a medida que se va adentrando de Sacramenia a Cuevas de Provanco se hace escabrosa y difícil, porque va ascendiendo una sierra y además de ser muy estrecha, tiene curvas bastante cerradas, con un terraplén al costado de gran pendiente.
Apenas ocurrido el accidente, el joven de 19 años, José Epifanio Arranz Sacristán, que viajaba detrás del conductor y que sufrió heridas leves — mientras que su padre, que iba a su lado, resultó muerto— pudo salir con grandes fuerzos y se encaminó a Cuevas de Provanco, que dista unos tres kilómetros del lugar, para dar la noticia del accidente.
Inmediatamente se movilizó todo el vecindario, que marchó hasta el lugar, provisto de útiles que pudieran servir para prestar auxilio o trasladar a los heridos.
Normalmente este coche de línea no suele llevar muchos viajeros por ser Cuevas el último pueblo de la provincia, lindando ya con la de Burgos, pero se daba ayer la circunstancia de que viajaban 14 personas, ya que hoy iban a celebrarse las fiestas patronales de Cuevas en honor de la Patrona, la Santísima Virgen, y que han sido suspendidas por causa del trágico suceso.
Fallecieron Jesús Martínez Rodríguez, 35 años, casado y con un hijo, cobrador del autobús; Jacinto Arranz Heredero, de 62 años, labrador, casado y con cinco hijos; ambos vecinos de Cuevas de Provanco; Carmen Francisco Serrano, de 34 años y su hija de 9, Carmen Sanz Francisco, domiciliadas en Sacramenia, y Marcelino Villar Pechorromán, de 62 años, labrador, casado y con cinco hijos, vecino de Fuentesaúco de Fuentidueña.
En esta capital falleció poco después de ingresada en una clínica, María Jesús Francisco Martínez, de 19 años, soltera, que trabajaba en Madrid, aunque sus padres residen en Cuevas, de donde era natural.
Heridos graves resultaron el conductor Julián Sánchez Delgado, de 30 años, casado, vecino de Cuevas; el niño Calos Sanz Francisco, hijo de una de las víctimas y Eustaquia Velázquez Antón, natural de Cuevas, pero
prestando servicios en un domicilio de Segovia.
Con heridas leves José Epifanio ArranzSacristán —ya citado, y que fue elque dio aviso del accidente—, Visitación González Malero, de Laguna de Contreras y María Gloria Bermejo Cristóbal, de 17 años, vecina de Sacramenia. — Logos.
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