Agua a precio de oro en La Churrería

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Tribunales

El TSJ obligó a la mancomunidad a pagar 93.000€ a la piscifactoría

Se enfrenta a otros 36.000€ de intereses de demora
Camino Monje | Valladolid
Actualizado martes 09/03/2010 09:31

Los problemas de agua potable en los pueblos de La Churrería no son sólo históricos. El servicio mancomunado inaugurado en 2003 terminó con muchos problemas arrastrados durante años, pero no con todos. La mancomunidad que agrupa a 31 localidades (20 de la provincia de Valladolid, de la zona de Campaspero, y el resto de Segovia), acaba de pagar una indemnización de 93.721 euros a la piscifactoría que tenía en exclusiva la concesión del manantial del Salidero, en la localidad segoviana de Fuentidueña. Ahora se enfrenta, además, a otro pago de 36.111 euros más por intereses de demora.

Los 57 litros por segundo adjudicados le están saliendo muy caros a la agrupación de municipios, que suma 10.000 habitantes. Tendrá que desembolsar 120.000 euros por compartir la fuente de abastecimiento, al haberle sido expropiada a la empresa esa parte de la concesión. Las piscinas del criadero de truchas reciben alrededor de 4.000 litros por segundo.

Aunque la indemnización final es mucho menor de la que exigía en su momento la piscifactoría Ipeasa, un millón de euros, las arcas de la mancomunidad no podían asumir el pago del justiprecio marcado por sentencia del Tribunal Superior de justicia de Castilla y León en 2007.

Si para hacer frente a esa 'deuda' inicial hubo que esperar a una subvención de la Consejería de Medio Ambiente, ahora los intereses de demora vuelve a complicar la situación económica de la agrupación de municipios.

"Tendremos que modificar el presupuesto y ver cómo lo podemos financiar, no disponemos de tantos remanentes", explica su presidente, César Hernando. No lo tendrán fácil. Los ingresos de la mancomunidad proceden de la cuota de 150 euros que cada dos meses pagan los municipios mancomunados. "Y sólo en el consumo eléctrico necesario para subir el agua ya se va ese presupuesto", asegura Hernando, quien añade que la piscifactoría no ha sufrido pérdidas ni ha tenido que reducir su actividad al ceder una parte de la concesión a La Churrería.