jueves, 2 de octubre de 2008

Volar con tus propias alas


Uno de los primeros retos de la aviación en Europa, fue volar de Francia a Gran Bretaña sobre el canal de La Macha. Este mismo reto lo ha realizado a finales de septiembre el aventurero y piloto suizo Yves Rossy. La novedad: viajaba con dos alas autopropulsadas.


El reto, al que llegaba preparado de otras pruebas similares, comenzó con un ascenso en avión hasta 2.500 metros sobre la parte francesa, la localidad de Calais. Alcanzada esta altura, el aventurero echaría a volar con sus dos alas de fabricación propia.


El piloto-pájaro activará la propulsión de sus alas a los pocos segundos de saltar del avión, y podrá alcanzar una velocidad de unos 300 kilómetros por hora.


Para guiarse por el cielo abierto, el piloto realiza movimientos con su cabeza y espalda para virar o para picar al suelo.


Aunque el día previsto abandonó el intento debido a la escasa visibilidad, aún no ha desarrolado un aparato capaz de reemplar la vista en este caso-, al segundo intento consiguió atravesar los 35 kilómetros que separan la costa francesa de Calais del faro de Dover, en Inglaterra.


Rossy insiste siempre en que dispone de un plan B por si algo falla. Este plan B es un paracaídas que activa tanto para facilitar el aterrizaje como en caso de necesidad para descender desde cualquier altura.


Para ingleses y franceses, se trata de un reto especial: hace 99 años, el francés Louis Blériot fue el primer hombre en cruzar en avión el canal, con gran alegría de sus compatriotas y, al contrario, los ingleses observaron con desdén la hazaña solo unas semanas después, cuando los pilotos volaban distancias más amplias.


Esta vez, ingleses y franceses deberán mascar solos su irritación, pues un suizo les ha venido a ganar uno de sus duelos centenarios sobre el canal de la Mancha.

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