Extracto de un artículo del periódico francés Le Figaro 14/04/2008
Los mecanismos financieros no son ajenos a este fenómeno que corre el riesgo de conducir a una de las crisis más importantes del nuevo milenio.
Desde hace algunos años la importante progresión del precio del arroz en los mercados internacionales ha despertado el fantasma del hambre en varios países. El aviso dado estos días del Banco Mundial no es el último de la serie.
El pasado 24 de marzo, el presidente de la multinacional Nestlé, Peter Brabeck, había señalado los biocarburantes, como responsables de la fulgurante subida de los precios agrícolas: "Si queremos cubrir hasta el 20% de una necesidad que es creciente como los productos petroleros con biocarburantes, tal y como ya está previsto, no quedará suficiente para comer", declaró en Alemania el directivo de la multinacional.
El origen del problema está en hallar la respuesta a la subida de los precios del petróleo. Desde el año 2000 ha habido ocho cosechas de trigo a nivel mundial, y siete han sido deficitarias. El consumo supera la producción.
El ritmo de vida de algunos países emergentes no es ajeno a esta realidad. La expansión de la clase media en India y en China han multiplicado el consumo de carne en el mundo, lo que ha multiplicado también las necesidades de cereal.
A ese dato hay que añadir el aumento de los precios del petróleo desde 2003. A partir de entonces, los biocarburantes han dejado de ser un producto de elevado coste de producción, y han pasado repentinamente ha ser rentables como aditivos rentables para gasolinas y gasóleos. La cotización de la colza, el maíz y el trigo han subido en paralelo, con precios récords en los últimos tres años. Desde 2006 la cotización del trigo se ha triplicado en Chicago. Y lo mismo sucede con el maíz. El último producto tocado ha sido el arroz.
La subida de estos productos trae consecuencias en cacada. La subida del precio del pan como consecuencia del ajuste del precio del trigo ha provado motines en Egipto, un país exportador de arroz.
*El papel de los especuladores*
La actividad de los fondos especuladores en bolsa tiene también consecuencias importantes en el mercado de crédito y en el precio global de estos productos. Según el FMI, "la actividad de estos agentes financieros permiten explicar una gran parte de la subida de los precios de las materias primas".
Los fondos influyen también en la depreciación del dólar y en la caída de los tipos de interés, lo que ha hecho de las materias primas un plato apetecible para los especuladores en bolsa como activo alternativo, hasta convertirse en nuevos valores refugio. La soja, la colza e incluso el maíz ya no tienen nada que envidiar a las mejores acciones u obligaciones bursátiles, lo que lleva alegría a los productores, y tristeza a los consumidores.
Por otra parte, a imagen de lo que sucede con la cotización del petróleo, los precios mantienen un frágil equilibrio entre la oferta y la demanda.
Cuando un exportador contrae la oferta, entonces automáticamente suben los precios. El 27 de marzo último, el arroz subió el 31% en una sola jornada después de que cuatro países productores India, Egipto, Vietnam y Camboya hubieran anunciado el fin de las exportaciones; Filipinas, por su parte, solicitaba 500.000 toneladas en el mercado mundial. El arroz es el alimento base para más de la mitad de la población mundial.
La FAO -Organización Mundial de la Agricultura y Alimentación- afirma que el arroz es el alimento básico para más de la mitad de la población mundial. Esta organización considera que la producción de este cereal aumentará solo el 1,8% en 2008.
Después del oro amarillo, y el oro negro, el arroz puede convertirse en el oro blanco.
De la harina de trigo podemos decir que también puede convertirse en oro blanco.
jag.valdezate
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