Berlín se ha convertido en los últimos años en la meca de los artistas. Según cifras para-oficiales, cerca de treinta mil personas se han instalado en la capital alemana a lo largo de los últimos años, y ahora forman parte del paisaje de la ciudad.
Llegaron de los cinco continentes, prácticamente de todos los países del mundo, de España a Nueva Zelanda, de Chile a Corea, de las planicies de la taiga rusa, y del espesor de la selva africana. Svetlana Zopovnaya explica el día a día: " la capital alemana acoge a todos los artistas con alquileres muy atractivos, precios bajos en alimenación y vestido".
Para arreglar y amueblar el apartamento Berlín es la capital del arreglo y de la reutilización de cualquier elemento, quizá esto último herencia del pasado semi-soviético de la ciudad.
Los artistas tienen ayudas del Estado y desarrollan su actividad en una ciudad que fue completamente destruida durante la segunda guerra mundial; luego partida en dos por un muro, y más tarde, reunificada. "Es gibt nur ein Berlin" y "Berlin is geil" -solo hay un Berlín, y Berlín es caliente- son las dos frases que unen a sus habitantes.
Hu Sheng, fotógrafa coreana, la ciudad ofrece cada día un contraste muy vivo gracias a las decenas de miles de artistas allí instalados, dispuestos a levantarse cada mañana con la intención de crear un cuadro, una escultura, un diseño, una publicidad, o un folleto completamente nuevo y original. Es la única ciudad del mundo así, prosigue Hu Sheng "significa sumergirse en una ciudad cosmopolita que cada tarde sorprende en sus galerías, espectáculos callejeros, exhibiciones y exposiciones"es "un placer para los sentidos" concluye.
Todos los partidos se suben al carro del arte y de los artistas. El municipio y el land les ayudan; el gobierno federal, también. Para L. Endzao, escultor de mozambique, "en los últimos años está naciendo una nueva ciudad para recibir la sede central de los ministerios y de muchas grandes empresas alemanas que quieren ser motor de la recuperación de la zona este de Alemania y de la frontera hacia el centro y este de Europa "todos colaboran también a crear el ambiente de creatividad y aventura necesario para trabajar".
Españoles que pintan, francesas que escriben, africanos que trabajan la madera, chinos, coreanos, turcos o rusos, norteamericanos, brasileños o argentinos, la ciudad centroeuropea abre sus puertas para quienes quieren explorar el corazón del viejo continente.
jag.valdezate
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