A fecha de 31 de diciembre de 2006 el Reino Unido redimió todas sus deudas contraídas durante la Segunda Guerra Mundial. Para la ocasión, hubo una magna ceremonia entre los más altos representantes de ambos estados.
El último pago efectuado es una cifra mágica para los británicos 45.5 millones de libras esterlinas, unos 83 millones de dólares. Con esta entrega, la deuda británica queda saldada.
A día de hoy la cantidad no es muy grande -algunos deportistas ganan más que eso en dos años- pero para los británicos representa una parte del inmenso esfuerzo de guerra y reconstrucción que comenzaron a redimir hace sesenta años.
Las primeras compras británicas fueron al contado; después, a cambio de territorio; más tarde, con préstamos. Incluso el material que los americanos no se llevaron consigo al concluir la guerra, también tenía un precio.
En total, los americanos pidieron a los británicos la décima parte del coste de producción de los bienes no reembarcados hacia los Estados Unidos y, al mismo tiempo, ofrecían créditos para pagar este material. En total, casi cuatro mil millones de dólares de línea de credito para comprar un material por el que pagaban solo aquel coste. El plazo era como una hipoteca
moderna: 50 años.
Sin embargo, los intereses quedaron pactados en el 2%. Aún quedan funcionarios que recuerdan aquellas negociaciones en las que el asunto principal era entibar la sostenibilidad económica de la libra esterlina y su convertibiliad frente al dólar.
Por su parte, Estados Unidos reconoce no haber presionado al Reino Unido para cancelar la deuda, aún conscientes de que un 2% de interés era una cantidad menor que lo que recibía el banco de Inglaterra como intereses por el dinero debido (el 3%, 4 e incluso el 5% o más algunos años). En 1945 el Reino Unido estaba considerado entre los bancos de Estados Unidos como uno de los estados peor pagadores.
Los británicos debían aún en 1934 enormes sumas de dinero -unos 225.000 millones de libras esterlinas a cifras actualizas según el Producto Interior Bruto-. Sin embargo, estas deudas dejaron de servirse hacia 1932 cuando Estados Unidos decidió no reclamar el servicio de las deudas de otros países para favorecer la recuperación económica mundial.
En cuanto a la capacidad de pagar deudas, el Reino Unido mira con envidia a Finlandia. Los fineses redimieron todas sus deudas con los Estados Unidos un año antes. Los medios de comunicación de las islas detectaron una gran abundancia de noticias positivas sobre Finlandia en los medios de comunicación de Estados Unidos, lo que generó una ola de reconocimiento hacia Finlandia en los Estados Unidos -y mejoras en los ratios como país buen pagador-.
En cuanto a las cantidades que otros países deben a Gran Bretaña, estas cifras no han sido en muchos casos ni pagadas ni canceladas, y permanecen aún vivas.
Incluso los propios económicas del Chancellor of the Exchequer -el ministerio de Hacienda en Londres- reconocen que no sabrían computar las deudas pendientes, y en muchos casos, sería muy difícil documentar tanto los pagos como los atrasos de los gastos de la Segunda Guerra Mundial con otros países.
jag.valdezate
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